México de colores



De colores,



De colores se visten los campos
En la primavera,
De colores,
De colores son los pajaritos
Que vienen de afuera,
De colores,
De colores es el arcoiris
Que vemos lucir,
Y por eso los grandes amores
De muchos colores me gustan a mi,
Y por eso los grandes amores
De muchos colores me gustan a mi,
Y por eso los grandes amores
De muchos colores me gustan a mi.

Fragmento "De Colores" de Nana Mouskouri


Qué lindo sería vivir en un mundo donde los amores se entiendan así, pero "en tiempos de cólera" como los que vivimos hoy, los amores y sobretodo los viejos, a un recuerdo, a una tradición o a un color se recrudecen o se terminan de olvidar.

Cuando el cine todavía no era de colores "Los olvidados" de Luis Buñuel, joya del cine mexicano proponía la historia de Pedro y "El Jaibo" quienes irremediablemente enlazaron sus vidas en un "ajuste de cuentas" con el muchacho quien lo había mandado a la correccional. Como si fuera producto de una historia del celuloide, el escenario político de nuestro país también cuenta con sus "olvidados"; y muchos todavía se preguntan qué hubiera sido de nuestra clase política si estos arrinconados personajes que si bien hicieron carrera tal vez no era la que ellos esperaban.

Estos olvidados vivieron en un México de Colores, pero contrariamente a la visión romántica de una canción o a la referencia coloquial de nuestro entendimiento, estos personajes sufrieron las consecuencias de defender los colores de su partido. 

Vamos a explicarnos mejor: "Un rojo" (como se suele definir a personas/pensadores/políticos de auténtica izquierda y muy diferente de un "rojillo") comulgante con las ideas socialistas que se vivían países de Europa del este y la antigua Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas tenía que pagar el precio de vivir en un México tradicionalmente tricolor, parcialmente influído por un vecino norteño que satanizaba las ideas que no necesariamente contraponían al capitalismo con el bienestar del pueblo, pero que no le resultaban compatibles, es decir con reflujo comunista. Aquí cabe mencionar que la postura socialista no está peleada con el pensamiento contemporáneo y que comunista y socialista no son la misma cosa, sino posturas que como todas, tienen coincidencias y diferencias.

El Panismo tradicional, supo manifestarse como una filosofía central y de oposición que por muchos años corrió el peligro de eternizarse en esa casilla. Muy diferente a lo que hoy vivimos, ser panista en las décadas de medio siglo XX y finales también era tarea que pocos querían llevarse a casa, dado que el régimen hegemónico y que a la postre Ernesto Zedillo, un priísta terminó de tronar la ostra, significaba engrosar las filas de la organización que con más fuerza se enfrentaba al eterno Goliath de nuestros palacios y curules, y que entre más fuerte se peleara, también más riesgo se corría, si no me creen habrá que preguntarle a la familia de Manuel J. Clouthier y algunos otros que osaron meterse con este gigante tricolor que nos gobernaba hace algunos años y que hoy amenaza volver en otra figura mesiánica, pero eso sí, muy bien peinada.

Gilberto Rincón Gallardo 

Es quizá el representante más puro de la ideología socialista contemporánea en nuestro escenario político, con el permiso de los López Obrador, Ebrards, Encinas y demás. Sus ideales de lucha política y honestidad reformista es bien recordada hasta en los círculos partidistas ajenos a su ideología y su constante lucha por mostrar un camino diferente al de la inercia electoral y la apatía ideológica, labor que lo mantuvo a flote en el escenario político nacional, aunque no en los reflectores y mucho menos en los altos puestos de nuestra estructura nacional.

Integrante de los grupos herederos políticos del General Lázaro Cárdenas del Río, llegó hasta a la carcel en 32 ocasiones por sus ideales, que estaban muy separados de los dogmas Marxistas sino más apegados a la iaquierda pacífica y propositiva, labor y trayectoria que lo llevaron también a ser diputado federal en dos oportunidades y ser parte del grupo de transición que llevó a la fundación del PRD. Incondicional de Heberto Castillo y digno de sus confianzas, compañero ocasional de Cuauhtémoc Cardenas Solórzano.

Fue contendiente por la presidencia de la República por el Partido Democracia Social en 2000, contienda en la que nada sorpresivamente quedó atrás de Vicente Fox, Labastida Ochoa y el propio Cárdenas, pero siempre con propuesta, labor que a la postre lo llevó a ser designado como presidente del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación y miembro del Consejo Consultivo de la UNICEF en nuestro país.

Carlos Castillo Peraza

Oriundo de la blanca Mérida, intelectual y de ultra católica, razón que lo identificó con el PAN de toda época, este pensador y periodista de extracción Lasallista llegó a ser presidente municipal de Mérida en 1984 y diputado federal en un par de ocasiones. 

Condecorado en innumerables ocasiones pre y post-mórtem dueño de un diálogo acaudalado y de pensamiento propósitivo a pesar de su ideología, Castillo Peraza se distinguía por ser un político inteligente, y gestor maestro de políticos muy inteligentes de primera línea, entre los que tristemente se asoma su más célebre alumno, Felipe Calderón Hinojosa.

También contendió para ser Jefe de Gobierno del Distrito Federal en 1997, votación en la que resulta tercer lugar y que al final termina desposiciandolo y enterrándolo en el ámbito político de contienda, ya que después del descalabro y de la muerte de su amigo Octavio Paz, decide retirarse de le política.

La reflexión de la especulación resulta siempre un tormento para la mente, pero la pregunta en el aire está girando desde hace muchos años ¿a dónde se fueron nuestros políticos de alto nivel de discurso, pensadores y escudriñadores no sólo de los presupuestos y del desprestigio, sino del pensamiento y el humanismo?

 Patricia Mercado

Es el caso más reciente de que el grueso de la población mexicana no se interesa por la propuesta, ni hace caso del diálogo, sino está volcada al color y la tendencia, por no decir que a la moda, o a la superficialidad de portar una credencial de elector y "ejercer el derecho ciudadano".

La realidad es que en la última contienda electoral por la presidencia, es decir, de la que venimos qujándonos hoy y en la que el Peje reclama fraude y muchos se arrepienten de votar por el blanquiazul por miedo a regresar al tricolor, la única propuesta seria y articulada, sin promesas mesiánicas o populistas baratas e insustentables era la de esta mujer, Licenciada en Economía por la UNAM con amplia trayectoria en ONGs en pro del papel de la mujer en la sociedad.

Obtuvo casi el 3% de los votos en la pelea por la presidencia y hoy se desempeña en el liderazgo de la Fundación Voz Alternativa A.C. en la cual busca "Coadyuvar en la construcción de una ciudadanía libre e informada".

Recomendamos ampliamente analizar sus postulados en este link.

La propuesta que hacemos en Crónicas es que por una vez seamos responsables, y busquemos al candidato, no al partido; la partidocracia en la que hemos vivido, aunque se disfrace de alternancia entre tres grandes y otros 5 (o más) negocios familiares ha mamado suficiente de la teta de la muy bondadosa patria que otros forjaron.

Más allá de la semblanza, la pregunta que lanzamos hoy al aire es: ¿qué clase política tendríamos hoy, si más allá del partido, y sus colores, buscáramos la propuesta y la seriedad? Hoy tenemos poco de dónde escoger de cara al 2012, ¿de quién será culpa esta tendencia política? ¿Del que ofrece o del que acepta?

¿De qué color es tu México?

¿De qué color te gustaría pintarlo?

El que sepa leer, que entienda.

ADDENDUM


Ojalá como mexicanos sepamos sacudirnos esa pésima y falsa ideología vendida por los partidos de participación mayoritaria de "no desperdiciar el voto". Esto sólo genera la perpetuación de los partidos "grandes" en los puestos de elección popular. Seamos analíticos, y votemos por quien genera propuesta, tal vez el resultado no sea inmediato, pero "quien persevera, sí alcanza".

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