Se empeña coloso

Pero de todos el más admirado fue el Coloso del Sol, en Rodas, hecho por Cares el Lindio, alumno del Lisipo antes mencionado. Esta estatua medía 70 codos de altura.3 Después de 66 años un terremoto la postró, pero incluso yacente es un milagro. Pocos el pulgar pueden abarcar con los brazos, sus dedos eran más grandes que la mayoría de las estatuas. El vacío de sus miembros rotos se asemeja a grandes cavernas. En el interior se ven magnas rocas, con cuyo peso habían estabilizado su constitución. Doce años tardaron en terminarla y costó 300 talentos, que se consiguieron de las máquinas de guerra abandonadas por el rey Demetrio en el asedio de Rodas.

Plinio el Viejo, Historia natural (34.18.3)
(Acerca del Coloso de Rodas, una de las siete maravillas del mundo antiguo)


Enrique Peña Nieto era un gigante de las encuestas, nadie podía ni siquiera parársele enfrente; con una abrumadora mayoría arriba del 60% en las preferencias, sólo AMLO o Josefina le parecían figuras cercanas, más no amenazantes en la contienda, incluso después de la risotada en la Feria Internacional del Libro en Guadalajara y del polémico episodio tuitero, al paso de unos días parecía que tanta mención, mentada y cachetada, la figura de EPN (como ahora se le refiere en twitter) se reposicionaba al más puro estilo de TVNotas en la memoria del electorado. Los diversos temas que de esto se desprendió como la #LibreriaPeñaNieto, los defensores, los insultantes y hasta los sorprendidos indignados como Carlos Loret y sus colegas de tercer grado en Televisa han puesto el tema en la agenda por varios días, y justo cuando parecía que el tema pasaría a redimensionarse, el pre-candidato tricolor volvió a detonar una mina sembrada al declarar que según recuerda, el salario mínimo está alrededor de los $900 mensuales, palabras que desde muy temprano este pasado domingo desataron una serie de notas, tweets, links y por demás airadas indignaciones electrónicas.


No es un secreto para nadie que el ex-gobernador del Estado de México tiene serios problemas para actuar en situaciones fuera del script, y sufre ante preguntas que llevan chanfle por parte de algunos entrevistadores, sin embargo resulta por demás preocupante que ni Peña ni su partido hayan tomado acciones o reacciones ante este tipo de situaciones que satisfagan no sólo a los de su partido, sino a aquellos potenciales votos que parece se le van de las manos como arena, entre los que no están los del PANAL a quienes Peña llama "Alianza Nacional" ya que esos están muy bien apalabrados por su dirigencia.

Ya se maneja en las redes sociales que si Beltrones tiene por lo menos una pizca de dignidad y real interés no sólo en su partido y en el órden interno del mismo, sino en su país y en la imagen que el PRI proyecta, ya debería haberse registrado como pre-candidato de modo que pueda aspirar también a una competencia in house con EPN en la que en este tiempo podría resultar mejor parado que en cualquier otro momento.

Sin embargo, resulta muy improbable que el PRI cambie hoy de estrategia, no ha sido su estilo durante muchos años de historia, y no parece que lo haga hoy. El partido tricolor tiene una seria red de simpatizantes y afiliados que se ha venido fortaleciendo durante años (especialmente durante los últimos seis de gobierno panista) y gran parte del aparato depende  directamente de la figura de Enrique Peña Nieto, por lo que más que sacarlo de la jugada, podemos ver que viene un serio refuerzo no de su imagen, que está muy bien planteada, sino de sus apariciones en público que verán, poco a poco serán más cuidadas, cautelosas y atinadas.

La Contraparte

Como estatuilla de vitrina, el favorito del presidente, Ernesto Cordero, parece irle pisando los talones al priista, pero no en las preferencias, sino en la estrategia. En un trágico intento por hacer noticia de la tergiversación selectiva, en una entrevista radiofónica, el panista intentó mezclar los nombres de dos autoras en un aparente y fallido propósito de generar notas y tweets, con una muy moderada respuesta por parte de periódicos y audiencia, respectivamente.

Pareciera que el único que toma en serio la figura de Cordero como aspirante a la presidencia es él mismo, y que sólo el presidente y su séquito de colaboradores están seriamente apoyando al ex-secretario de Hacienda en su carrera hacia los pinos, pero así como el tricolor, sus intervenciones en medios de comunicación fuera del guión han resultado por demás vergonzosas e insípidas, llenas de traspiés y declaraciones condenadas al olvido.

No vemos en Cordero una seria propuesta para la presidencia de nuestro país, sino una carta bajo la manga (no el as) para que las pre-campañas albiazules puedan ser más intensas y en casos hasta polémicas, además de corresponder a la tradición del partido, por lo que seguramente el claro vencedor (o vencedora) que está en la mente de todos será conocido hasta el final de tal período.

La realidad es que de una manera o de otra es que como ciudadanía estamos cada vez más obligados a realmente analizar no sólo las fotografías, personalidades o los peinados de nuestros candidatos, sino tomar en cuenta la importancia de sus propuestas, su profundidad, la relevancia y sobre todo la viabilidad de sus proyectos. Durante años nos hemos quejado de la ineficacia de nuestros gobernantes, y hoy damos un paso al señalar las serias faltas de nuestros candidatos; lo que nosotros en Crónicas Condenadas queremos poner este lunes en tela de juicio es nuestra eficacia como electorado. Sí, porque los gobernantes no llegan sólos al poder, sino a través de las urnas, donde usted y yo depositamos nuestra boleta.

De ninguna manera queremos decir que la culpa es toda del pueblo, ni de los gobernantes, es más que compartida, dado que si uno ha resultado deficiente, también el otro lo puso ahí, enconces ¿por qué lo puso?

Los invitamos a ser serios analistas de nuestros candidatos, sí cuestionarlos, pero también estudiarlos, desmenuzarlos, conocerlos, de otro modo nuestra e participación en una casilla pasa de ociosa a irreponsable.

El Coloso de Rodas, orgullo de su región por más de cincuenta años, cayó víctima de un terremoto para nunca más volverse a levantar. Por muchos años nos dimos el lujo de que nos dijeran por quién votar, por algunos otros nos apantallaron con atinadas campañas mediáticas, es hoy nuestro turno de escoger con responsabilidad, no sea que otro terremoto mediático y tuitero acabe con nuestro coloso.

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