En la República AMLOrosa

Fuente: www.informaver.com
Partiendo un poco en el tenor de nuestra anterior crónica, "Se te olvida" se desprende esta nueva, a manera de continuación parcial.

¿Por qué parcial?

La semana pasada tratamos de hacer un recuento de los tres grandes partidos de nuestro país; de sus arrebatos, promesas, fracasos y mentiras que no han terminado de cuajar en las intenciones que decían tener para nuestro país. Hoy continuaremos sólamente con la interesantísima historia que se ha venido generando a partir de que en la conferencia de prensa donde Ebrard dimitía en su participación por la candidatura del PRD en sus aspiraciones por la presidencia: La República Amorosa.

Sin duda AMLO ha dado toneladas de qué hablar, y lo seguirá haciendo, ya que como lo dijimos vía twitter y en anteriores crónicas, a él no le afecta no ser sujeto a campaña por ser candidato único, ya que él mismo ha venido siendo su campaña durante muchos años, no en balde ha sido el único Jefe de Gobierno del DF a quien le han cubierto sus conferencias de prensa y reportado como sección en noticiero por más de un año ininterrumpido como pasaba en 2005 y 2006 en el noticiero de Victor Trujillo, mejor conocido como Brozo, situación que sólo sucedió por un tiempo en el interinato de Alejandro Encinas y desapareció en el principado de Ebrard.
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Se te olvida


Se te olvida
que me quieres a pesar de lo que dices
pues llevamos en el alma cicatrices
imposibles de borrar.

Se te olvida
que hasta puedo hacerte mal si me decido
pues tu amor lo tengo muy comprometido
pero a fuerza no será.

Y hoy resulta
que no soy de la estatura de tu vida
y al soñar otros amores se te olvida
que hay un pacto entre los dos.

Por mi parte
te devuelvo tu promesa de adorarme
ni siquiera sientas pena por dejarme
que ese pacto no es con Dios.

Se te olvida
que hasta puedo hacerte mal si me decido
pues tu amor lo tengo muy comprometido
pero a fuerza no será.

Y hoy resulta
que no soy de la estatura de tu vida
y al soñar otros amores se te olvida
que hay un pacto entre los dos.

Por mi parte
te devuelvo tu promesa de adorarme
ni siquiera sientas pena por dejarme
que ese pacto no es con Dios.


La Mentira (Se te olvida) - Alvaro Carrillo 

Fuimos testigos esta semana, quizá de los días más modernos y civilizados de la que en Crónicas Condenadas llamamos "la zurda" mexicana en la que dos suspirantes con serias aspiraciones a encabezar el movimiento de los partidos de filosofía similar llegaban al punto en el que uno de ellos tendría que dimitir.

Seamos honestos, el morbo era parte crucial de este evento dado que las encuestas previas nunca señalaban a Marcelo Ebrard como favorito dentro del círculo de las personas simpatizantes con las ideas de izquierda y tampoco nadie esperaba que AMLO - en el remoto caso no salir favorecido en la encuesta - aceptara en una posición de conciliación su derrota y dejara que el que llamó "su amigo" tomara la batuta del que llamarán Movimiento Progresista.

La "República del Amor" es el nuevo discurso de un mesurado, prudente y conciliador López Obrador, antítesis del autoritario, determinado y anti-diálogo candidato que conocimos después de que pidió licencia como Jefe de Gobierno del Distrito Federal para abocarse de lleno a la candidatura presidencial.

Sin duda, AMLO se asesoró muy bien y muy extensamente para reconciliarse con el sector que lo evitó a toda costa en las pasadas presidenciales. Su nuevo discurso, tiene una retórica diametralmente opuesta a la argumentación enérgica con la que se planteó "El Peje" hace 6 años. Será en los siguientes meses en los que se comprobará si esto es una genuina reinvención del tabasqueño o sólo una estrategia para generar simpatías donde las había perdido.

Lo que no nos queda duda es que para los que dicen que tal vez López Obrador se apresuró a revelarse como candidato único de su movimiento, perdiendo el derecho a la pre-campaña donde sus adversarios tendrán aún más oportunidad de posicionarse era un riesgo no sólo calculado sino propiciado por el líder, ya que él, sus declaraciones, sus apariciones y demás artilugios personales son su propia pre-campaña, campaña y plataforma. Realmente este carismático líder sólo se necesita a sí mismo para ser noticia y dar de qué hablar.

Lo que tal vez se te olvida es que éste AMLO es el mismo que mandó "al diablo las instituciones" que se refirió al presidente como una "Chachalaca", que despreció a ciertas clases sociales y empresariales y que se llamó a sí mismo Presidente Legítimo poniendo en tela de juicio su aparición en esta nueva contienda dado que la reelección presidencial no existe en nuestro sistema electoral, esto aunado al atropello que representó su plantón en Paseo de la Reforma por varios meses en la capital del país, dándole al traste arbitrariamente al derecho de movilidad y tránsito de muchos ciudadanos ante una protesta que merecía más bien otro tono de manifestación.

La pregunta que planteamos en esta crónica es: ¿Se puede confiar en un AMLO que es uno en una elección y pretende ser otro en la siguiente? 

Díganos usted.

Pero también hemos sido testigos de la campaña más larga de la historia: la de Enrique Peña Nieto y el "Nuevo PRI". La pasividad que ha mostrado el candidato tricolor y su falta de apariciones públicas al nivel de quienes serán sus contrincantes no resultan alarmantes, sino evidenciales de una estrategia donde "aquí no pasa nada" y se prefieren los planes de contingencia sobre los controles de daños.

De una manera muy equiparable a la carrera del PRD y aledaños, se puede entender la de el oriundo de Atlacomulco y Manlio Fabio como una crónica de una victoria avanzada. Y es que las encuestas no mienten: según todas las casas encuestadoras, si hoy fueran las elecciones, la diversidad de combinaciones de candidatos sólo mueve un poco las cifras, pero en todos los escenarios, Peña Nieto resulta favorito.

Claro, falta que las campañas y las pre-campañas saquen lo mejor y lo peor de cada uno de los contendientes. Que se les de la oportunidad de equivocarse y de dar en el clavo y de ahí que gane el mejor.

Lo que tal vez se te olvida es que este año vivimos ya una probadita del viejo menú que por 72 años le dio a México a comer de una misma sopa. Por medio de la mayoría en la cámara y con ciertas "asociaciones políticas" se echó por tierra una Reforma Política no sólo necesaria sino fundamental para el crecimiento democrático de nuestro México, sin embargo a la vieja usanza y con viejos artilugios, aquí, aquí no pasó nada.

Para muchos estas prácticas que no tienen nada de nuevas resultan un foco rojo por el cual se debe evitar a toda costa que el PRI regrese a la presidencia, a fin de no caer de nuevo en viejas prácticas y maneras de hacer la política. ¿Usted lo ha considerado?

Hoy el "Partido Verde" (al cual nunca le vemos lo ecológico) y el partido de la maestra ya supieron con quién aliarse. La pregunta es si al tricolor le convienen, le restan o le resultan inocuas estas asociaciones dado el nuevo esquema con el que registraremos nuestro voto el año entrante.

Del PAN, esperamos que no se le olvide tan fácilmente: un cambio que nunca llegó, un conflicto que se resolvería en 15 minutos, frenos y rampas para la inversión extranjera y la maldita incertidumbre entre los comunicados oficiales y "lo que el presidente quiso decir".

De este sexenio, no podemos juzgar mucha historia, ya que los errores y los aciertos, se han de ver sabiamente en retrospectiva, sin embargo si podemos decir que ha sido uno de los más polarizados, desafortunados e históricamente mal colocados en la cronología nacional.

Ya lo dijimos hace dos semanas, en México sólo estamos buscando cómo no "bailar con la más fea" y en esta publicación creemos que como pueblo nos merecemos propuestas infinitamente mejores que las que hoy tenemos, pero que nunca las veremos si no nos involucramos, si no somos nosotros mismos quienes saltamos, buscamos el espacio y proponemos la nueva alternativa. Esa alternativa se llama: participación ciudadana.

Mire muy bien por quién vota usted, no sea que le canten la misma canción de cada sexenio sólo porque "se le olvida".

por: Orson Ge
Twitter: @orsonjpg

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Partidas las partidas

Una pregunta que tal vez muchos no llegarán a contestar de experiencia propia es qué se sentirá manejar un Bugatti Veyron de casi $1.2 mdd.

Clasificado estadísticamente como el auto más caro del mundo, este auto con capacidad para dos tripulantes ha alcanzado velocidades superiores a los 425 km/h y es sinónimo de lujo, potencia y status.

Pregúntele a un ejecutivo soltero, con una alta posición en una empresa de renombre internacional, sin preocupaciones por el dinero y con departamento en una gran orbe de primer mundo si aceptaría como parte de sus prestaciones el manejar un carro de esta clase y seguramente le dirá que sí antes de que usted termine la pregunta.

Ahora bien, trate de regalar el mismo auto a una señora que tiene la responsabilidad de levantarse muy temprano cada mañana de día entre semana para dejar a tres pequeñitos antes de las 8 AM en la escuela, para la que tiene que pasar por una congestionada avenida en la que tiene que andar a vuelta de rueda por 40 minutos para después ir al mercado, a la lavandería, pasar un rato en el café o el club, regresar a la casa a preparar la comida y después volver a pasar por los mismos tres chiquitines que alterados, hiperactivos y enfadados saltarán por los asientos del auto buscando dos minutos de distracción. Muy seguramente, esta misma señora no le dirá que no, pero le preguntará si puede vender el auto para comprar una camioneta más ad hoc a sus necesidades y quedarse "una lanita" con la diferencia.

Algo muy parecido pasa con nuestro sistema educativo en el sector público, en donde intervienen primeramente la Secretaría de Educación Pública, que es quien recibe los presupuestos para la inversión y en segunda instancia, quienes más poder tienen: los sindicatos, de los cuales el SNTE es el más fuerte y quien más puede propiciar u obstaculizar cualquier plan o acción que tenga el primero en mente.

Según la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) México es de entre 34 países que la integran, quien genera el gasto más alto en rubro educativo, e incluso se destaca que por 10 años el presupuesto anual para estos efectos supera por un punto porcentual a la inflación y que supera por más de 12% la media de inversión de los países que integran dicho organismo.

Así pues, al revisar las distintas partidas que van a los distintos ramos principales de gasto público otorgados por la legislatura que correspondió a 2011, leeremos que con bombo y platillo se destinaron más de 210 mil millones de pesos para la SEP. Cifra histórica y rimbombante que sirve para pararle el cuello a todo aquél que remota o directamente tuvo que ver con el desempeño de tal cantidad.

Si nos quedamos con esta imagen de datos duros y porcentajes podríamos pensar que nuestro país se consolida con éxito en materia educativa, proporcionando (o preferentemente garantizando) una butaca en un salón de clases a la mayoría de los niños y jóvenes, formando ciudadanos que dominan su idioma, las matemáticas, conocen su geografía y la del mundo que son altamente cívicos, identifican la naturaleza, tienen nociones teóricas de química y hasta entienden una segunda lengua. Que quienes se gradúan de enseñanza media tienen una visión del mundo aproximada a la realidad y quienes terminaron una carrera son preferentemente cultos , que dominan un área profesional trayendo desarrollo personal, para la empresa para la que trabajen (si es que no están creando empleos) y en su comunidad.

Como siempre, la pregunta: ¿Podemos decir que esto es una realidad?

Y es que la realidad va más allá de cantidades de dinero "invertidas" en X o Y rubro, o de que el presupuesto dicte cuál es el "dedito que fue al mercado" sino de que tal partida llegue a donde tenga que llegar y de que una vez que llegue sea usado como mejor convenga para hacerlo rendir.

A esto sugerimos una segunda pregunta ¿Tanto dinero puede puede o debe ser administrado centralmente y comenzando por una sóla persona o dirección?

Pero las cosas no suceden como deberían ser y este recurso tiene que pasar por varias manos, varios escalones, que si nos apegamos al tradicional juego mexicano de "serpientes y escaleras" tendríamos que usar la figura del reptil, para que por fin lleguen al destino donde realmente traerá provecho: el alumno. Después de que cada funcionario intermedio recibe "su dotación" por destinar determinada cantidad de dinero a las instancias correspondientes -como debe ser su labor- y de llegar a "un acuerdo" que por lo general obedece a un porcentaje del recurso prometido, este segundo tiene también que repartirlo en distritos y delegaciones, quienes también se sientan a "negociar" el de a cómo nos toca para "recuperar" parte de lo "sacrificado" de modo que el recurzo de diezmo en diezmo llegará muy diluido a donde será realmente utilizado.

Ojalá ese fuera el único problema a resolver, sin embargo, una segunda etapa en este espiral descendente nos lleva a quienes reciben y ejecutan el recurso, los sindicatos y los delegados de la SEP:

Como ya lo dijimos en "Hoy igual que ayer" más de 333 millones de pesos, todos ellos egresados del presupuesto del 2010 fueron malgastados en maestros comisionados y suplentes dado que cuando los primeros no se presentaron a sus obligaciones (más del 90% del tiempo pagado), tuvieron que ser sustituídos con los segundos generando un doble gasto que el SNTE reclama a la Secretaría para sus siguientes ejercicios. Además de esto, no es un secreto a voces sino una realidad que los delegados de la Secretaría no son designados en base a capacidad, o viabilidad de proyectos, vaya, ni siquiera por trayectoria, sino vía el nepotismo, compadrazgo y corruptela de quienes están en capacidad de ubicarlos en las plazas, en resumidas cuentas, un latrocinio que pasa frente a nuestros ojos sin que nos demos cuenta, y que afecta a nuestros hijos directamente, a nuestro país a la larga y que actualmente tiene a México en un rezago bestial (léase literal) que no corresponde a lo que se dice que se gasta, lo que nos lleva directamente a la ilustración que planteamos en un principio: una señora en un deportivo carísimo, con tres chiquitos brincoteando en el asiento del copiloto, dañando las vestiduras, siendo deficiente, insuficiente y finalmente maltratado por el uso indebido e inconciente.

Así que la próxima vez que su hijo, sobrino, o vecino en el mejor de los casos tenga problemas para determinada asignatura o materia de la escuela, no recurra inmediatamente al pensamiento de que la deficiencia está en la estructura cognitíva del estudiante, sino en la estructura de aprendizaje que le ha sido inculcada desde sus inicios en el largo camino del estudiantado.

¿Y ahora quién podrá defendernos?

Sólo nosotros podemos ejercer la presión necesaria para que estos cánceres que tergiversan las buenas intenciones presupuestales en pésimos resultados sociales propiciado por lo que resulta un excelente negocio para unos cuantos (comenzando por Elba Esther) y que por el bien de las generaciones venideras peleemos con fuerza en instancias locales, federales y de cualquier tipo; lo primero es enterarse, lo segundo es informarse, y lo tercero es tomar cartas en el asunto. Sólo la unidad ciudadana con reflexión e inteligencia le puede dar la vuelta a este país.

Es una tristeza ver que como muy seguido nos pasa, aunque México genera  los suficientes recursos para ser potencia, pero la ejecución de los mismos es desviada, pobre y deficiente de tal forma que seguimos en el hoyo histórico aferrados a un grillete abierto y con la escalera en la nuca mientras los únicos que salen son los piojos que están a la cabeza (tome usted la metáfora literariamente si quiere).

Finalizando a modo de post data, para los curiosos, aquí el plan de estudios de educación básica de la SEP para que juzguen ustedes mismos, si es suficiente y si se lleva plenamente y cabalmente a término.

http://basica.sep.gob.mx/dgdc/sitio/pdf/PlanEdu2011.pdf

Piense en esto, cada que manda a sus hijos a la escuela.
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Por no bailar con la más fea

¿Le suena familiar este texto?
      



High time we made a stand
And shook up the views of the common man
And the love train rides from coast to coast
DJ's the man we love the most.
Could you be, could you be squeakly clean
And smash any hope of democracy
As the headline says you're free to choose
There's egg on your face and mud on your shoes
One of these days they're gonna call in the blues, yeah.

En un gran tiempo nos pusimos firmes
alterando la visión del hombre común
mientras el tren del amor corría de costa a costa
y el DJ es el hombre a quien más amamos. 
¿Se puede, se puede ser demasiado limpio?
Y aplastar todo deseo de democracia
Mientras los encabezados dicen "eres libre para escoger"
Hay huevo en tu cara y lodo en tus zapatos
Uno de estos días dirán que es la depresión, sí.

Cualquier parecido con su realidad es mera coincidencia...



Dejando a un lado el lenguaje poético y la fatídica traducción, resulta que esta ironía relatada por la agrupación británica "Tears for fears" pareciera no sólo popularizarse sino inmortalizarse en nuestro esquema de candidatos, pre-candidatos, campañas y pre-campañas que nos atormenta cada cierto tiempo ya sea en las locales, las estatales o las presidenciales.

Qué tan bonita es la democracia en nuestro país que de acuerdo al Cofipe ningún precandidato a alguna candidatura de puesto de elección popular puede realizar "actos anticipados"de campaña de cualquier índole, pudiéndosele revocar su licencia a participar en la contienda e incluso invalidar su cuantía de votos si esto fuera comprobado posteriormente al sufragio popular.

Pero vamos entendiéndonos mejor, ¿cómo podemos definir un "acto anticipado" de campaña?

“el conjunto de escritos, publicaciones, imágenes, grabaciones, proyecciones, expresiones, así como las reuniones públicas, asambleas, marchas y en general aquellos en que los aspirantes o precandidatos a una candidatura se dirijan a los afiliados, simpatizantes o al electorado en general, con el objetivo de obtener su respaldo para ser postulados como candidatos a un cargo de elección popular, antes de la fecha de inicio de las precampañas”

Foto: Ruth Villela
Así pues, hoy con 7 apuntadísimos a la presidencia de la República y con muy pocas posibilidades de que alguno de ellos renuncie voluntariamente, no se puede decir que alguno de ellos ha estado en su banquita sentadito esperando que llegue el 18 de diciembre para comenzar sus actos públicos, promociones en medios masivos o apariciones electrónicas proponiéndose como la "vaca sagrada" o el líder que podrá colocar a México y su sociedad triunfalmente en la cúspide de la prosperidad dando la maroma histórica que se ha prometido por más de un siglo para que por fin todas las familias sonrían con la felicidad que desdoblan estos personajes en sus pancartas y spots de 15 y 30 segundos.

Encabezados por Peña Nieto, a quien Beltrones no le sale de la sombra, y seguido a la distancia de un panismo donde la favorita de muchos, Josefina puede ser brutalmente ignorada con tal de abrirle paso al "Cordero de todos" y Creel nomás estará "haciendo mosca", la parte interesante y más morbosa del proceso se desarrolla en la izquierda, familia en la AMLO supera por bastantes simpatizantes a Marcelo Ebrard, sin embargo, este último cuenta con mejores preferencias y números cuando los que opinan no son de tendencia izquierdista. 

Todos ellos han encontrado la manera de identificarse como serios "suspirantes" a ocupar la recámara principal de la Residencia de Los Pinos y también todos ellos han dado firmes señales de no claudicar en esta pelea de modo que todos los mexicanos sepamos y estemos bien seguros de que están perfilados en dirección de suceder a Felipe Calderón como mandamás nacional.

¿No es esto en sí un acto de pre-campaña?

No que lo demás no lo sea: los "informes", reseñas de 30 segundos de declaraciones en mítines públicos, comerciales "doblados" con voces de gatos (animados, pero literales), las sendas inauguraciones de obras públicas, las preguntas provocadas de parte de ciertos "periodistas" y demás artilugios que los "siete fantásticos" han utilizado de meses para acá. Pero es que se vale pensar que si con esa soltura se hacen con la ley del Cofipe un desodorante en barra como el que usted y yo usamos todas las mañanas, pues no sabría qué esperar de las leyes que les suscriben otra índole de honestidades.

Durante más de 30 años, y hasta el cambio de siglo y milenio, el mexicano vivió con una zozobra que se antojaba inmortal que decía "¿cómo serían las cosas si un día perdiera el PRI?" y con sueños mesiánicos se veía a contraluz y entre sombras a ese personaje redentor que le vendría a dar esperanza, restauración y una nueva fe a los compatriotas mientras el viejo sistema se desmoronaba poco a poco dando abriendo paso en una nueva mañana sexenal al México que vivía en las fantasías de varios. El día sí llegó, y el heróico personaje también, pero la realidad es que nada cambió.

Foto: Ruth Villela
Hoy es una triste realidad que desde hace algunos años venimos buscando solamente como "no bailar con la más fea". A casi seis años de la elección presidencial más cerrada de la historia (detalle en el que no entraremos en detalles) un gran porcentaje de quienes declaran abiertamente haber votado por Felipe Calderón, no lo hicieron por creer en su entonces proyecto, por haber sido conquistados por su carisma o mucho menos por haber creído en el lema de las "manos limpias" sino por una razón más simple y sin mucha vuelta de hoja: que López Obrador no fuera presidente.

La historia ya se la saben, bajo el lema de: "López Obrador, un peligro para México" se lanzó una exitosísima y por demás derrochadora campaña que a la postre no permeó lo suficiente en el electorado, o por lo menos como lo habían planeado para tener un margen más holgado al momento de los conteos. Esa historia se siguió escribiendo hasta hoy, y le faltan aún varios capítulos.

Para la elección que está ya a sólo meses de llevarse a cabo, y que también promete llevar su carga importante de morbo, las predicciones están un poco más transparentes. Según los principales encuestadores del país, ante los distintos escenarios en que pudieran presentarse en el PAN y en los partidos de izquierda, el PRI, o para ser más específicos, Enrique Peña Nieto cuenta con la simpatía de 6 de cada 10 mexicanos para recibir su voto. Un margen bastante amplio si consideramos que en campaña estos números pueden manejarse y multiplicarse un poco más si se lleva a cabo una campaña impecable, y si uno de los siete lleva la campaña más larga y cuidada al detalle, es el dueño de "la gaviota" pues lleva más de 14 años como candidato a la presidencia aunque su papeleta dijera un cargo diferente.


Ya seremos testigos, con una insufrible tristeza de cómo las campañas tendrán como eje central el desprestigio del rival antes que la virtud de quien tira el jitomatazo. Vamos, eso no es hacer política sino buscar en la fiesta de pueblo quién saque a bailar a "mi niña la de la verruga". 

Nuestra parte, sin embargo, es otra. Como ciudadanía tenemos la responsabilidad de informarnos cuáles son los argumentos que presenta cada uno de los candidatos para contar con nuestro voto, en algún lado lo deben de poner, de lo contrario, puede irse olvidando de ese candidato. 

No seamos ya como niños que se dejan convencer con argumentos cortos, o flashazos de primera intención. Somos una gran ciudadanía y podríamos merecernos más respeto, pero el respeto se gana y quienes ahora están tan cómodos no se moverán ni dejarán de hacer las cosas como siempre hasta que les movamos la alfombra y no les vendamos tan barato nuestro sufragio, a cambio de una torta, un refresco, una despensa o de quien saque el mejor comercial de televisión.

Como ya lo señalamos en "México de colores" muchos buenos políticos se nos fueron ya, y en el olvido se fue arrastrada la esperanza de tener un gobierno más digno, o por lo menos más representativo de lo que somos como pueblo, sin embargo nos hemos esclavizado a la ignorancia, a la flojera, al reproche y hasta hemos comprometido el voto a quien "le debemos un favor". Vamos, pensemos más allá, que así no se ha hecho ningún gran país, sino a través del esfuerzo, y de la búsqueda constante de aquél que pueda ser estandarte de un liderazgo que nos incluya a todos para llegar a donde queremos.

Dejémonos ya de mentalidades baratas en las que un sólo hombre puede cambiar las cosas, y además de que lo hará de un día para otro. Sólo la unidad ciudadana con reflexión e inteligencia le puede dar la vuelta a este país. Y en esa, vamos todos. 

El que no se suba al camión no se queje de que le salen callos caminando...
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