Carta de un extranjero: No les creo

Carta de un extranjero a su familia después de unos meses en México:

Hola familia:

Yo sé que esto de las cartas está muy pasado de moda, sobretodo desde que con un email les puedo hacer saber exactamente lo que está pasando en mi vida. Sin embargo también me gusta que lean que les escribo de propia mano, para que sepan que soy yo quien les escribo y no algún otro que descifró mi contraseña. Mucho menos quiero que piensen que me importan tan poco como para no dedicarles más de 15 minutos escribiéndoles algo con mi puño y letra.

Mi estancia en México va bien, mejor de lo que esperaba. Este país está lleno de gente muy linda, muy inteligente y muy hospitalaria. Es un país colorido, y rico en cultura e historia. Además, como si no fuera suficiente, tiene también mujeres muy bellas; si tengo suerte conquistaré a una y con mejor suerte me llegue a casar con ella. 

Poco a poco les iré contestando a todos sus preguntas con respecto a este país, de verdad es muy diferente al nuestro. Aquí las cosas no van tan bien, de hecho puedo decir que van un poco mal, aunque a veces no entiendo por qué. Es un país rico en recursos, en territorio, en gente y todo lo que un país grande necesita. Con respecto a la pregunta de papá acerca de los mexicanos, lo que dicen y lo que hacen, les platico un poco:

Dicen que quieren un país más limpio, pero no les creo. Cada día al caminar de la casa al trabajo veo camiones que avientan más humo al aire que una chimenea del siglo pasado. Veo que muchas personas que van en sus autos avientan todo tipo de envases, envolturas, cáscaras y cigarros a la calle. Veo que no respetan los espacios públicos y los rayan con infinidad de plumones, plumas, gises y hasta piedras. Veo que los indigente que piden limosna en los cruceros dejan sumamente sucios los espacios donde acamparon. Todo esto, como esperando que alguien más, designado por la autoridad para ello "cumpla con su obligación" de limpiar sus suciedades, porque "esa es su responsabilidad" sin recordar que también es obligación del ciudadano mantener los espacios públicos limpios y bellos, como si fueran los privados. Realmente me pregunto si así viven también en sus casas.

Dicen que quieren un país más sano y se quejan de la incapacidad del gobierno para brindar clínicas de buen nível que ofrezcan buena atención. Y les doy algo de razón, porque en muchas ocasiones una institución de atención gratuita para los trabajadores que se llama IMSS no tiene el suministro de las medicinas que la gente necesita, o pierden días enteros esperando en un pasillo que en muchas ocasiones no tiene los asientos suficientes, con el anhelo de que el doctor en turno les de un justificante médico para no presentarse a trabajar por el día que perdieron en esa sala de espera, que más que otra cosa, desespera. 

Pero no les creo, porque he visto cómo se alimentan. Veo las calles llenas de mesitas, puestos y negocios que venden comida, más no alimentos. Veo que sopretexto de la economía la gente casi no come verduras más que la cebolla de los tacos o la lechuga de un lonche, y no siempre le ponen. Veo las loncheras de los niños llenas de bebidas químicas, refrescos, papas fritas o salchichas; casi todo pre-empaquetado, pero muy poco preparado, o con la idea de alimentarlo saludablemente. He visto cómo fuman, y la manera en que los establecimientos públicos tienen letreros que dicen "área libre de tabaco", porque el gobierno los restringe a ello, pero que con un soborno a los inspectores del ayuntamiento todo está bien, y la gente puede seguir fumando en cualquier lado, afectando a los fumadores pasivos. También he visto cómo poca gente hace ejercicio; como sólo uno de cada 8 mexicanos tiene como hábito por lo menos salir a caminar más de 15 minutos al día. Veo cómo las unidades públicas deportivas se llenan más de vagos que se sientan a platicar, fumar y comer frituras que de gente que va a practicar basketball o cualquier otro deporte... He visto las estadísticas de la Organización Mundial de la Salud que ponen a México como el país más alto en porcentaje de obesidad en el mundo y las que dicen los millones de pesos que se tendrán que gastar a partir 2017 en el sector de la medicina pública para tratar problemas relacionados con la obesidad no sólo infantil sino de población en general.

Dicen que quieren políticos más honestos y mejor preparados y les doy la razón porque los partidos políticos son un remedo de representantes de la población. La mayoría de ellos llegan a estos puestos con la finalidad de hacerse ricos facilmente y a vivir del presupuesto público. Veo que muchos de los diputados se dedican más a estorbar y criticar las iniciativas, ideas o movimientos de otros partidos solamente para hacerlos quedar mal. Veo que sólo quieren quedar bien y hacer campaña y que las pocas obras que hacen por el bien de la comunidad sólo tienen como objeto ser presumidas por aquellos que las facilitaron con el único objetivo de que les elijan para un puesto de mayor rango en las siguientes votaciones, pero no presentan un interés real por sus gobernados.

Pero no les creo porque veo que los niños y jóvenes en las aulas se dan solamente con pasar como dicen aquí de "panzaso", es decir, con el mínimo aprobatorio. Veo que sus papás no pasan tiempo con ellos para estimularlos a su desarrollo escolar y personal sino que les hacen la tarea y no les enseñan a investigar, a ser más eficientes o hacerlo por sí mismos; en lugar de eso "se los encargan" a la tele. Me hacen muy difícil el ser maestro, porque no tienen un respeto por el trabajo de aquellos que hacemos esto con amor y con ganas de forjar grandes ciudadanos, que no aspiren al éxito por "atinarle" a un buen negocio o vender mercancía ilegalmente, sino a base de la preparación, el desarrollo, la productividad que provoca el progreso de comunidades enteras y no sólo de unos cuantos.

También con mucha tristeza veo que el sistema educativo está secuestrado por un sindicato, que tiene aprisionado a la secretaría del gobierno encargada de la educación. Veo preocupado que partidas millonarias destinadas a maestros comisionados, se pagan puntualmente pero que estos maestros nunca asisten a las aulas y se tiene que gastar en maestros sustitutos que no siempre aman su trabajo, o no tienen la vocación, haciendo más grande el gasto mes a mes, pero las instalaciones, las aulas y los recursos siguen siendo tan insuficientes, descuidados y obsoletos como lo eran hace 20 años.

Veo a un México con muchos deseos, pero con muy pocas ganas. Veo con tristeza que siempre buscan un culpable, pero no una solución. Veo que los problemas se resuelven al vapor y no de fondo. Veo a muchos reclamando, pero a pocos proponiendo.

Aún así me gusta mucho su país, sus campos, sus colores, sus pueblos y su gente. Tienen un sabor único como este café de olla que me tomo mientras les escribo: no lo encuentras en ningún otro lado del mundo.

Este país tiene mucho que ofrecer, mucho que dar, mucho que mejorar y mucho, mucho por crecer, ser para no perecer. Sólo es cosa de que quieran.

Les escribo con cariño.

1 comentario:

  1. Leo esta carta y no puedo evitar sentirme mal por esto, está llena de razón, por un lado porque muchas de las personas extranjeras que he conocido piensan de la misma forma, recuerdo mucho un comentario que hizo un venezolano hace tiempo: “No entiendo porque ustedes los mexicanos quieren irse de su país si lo tienen todo pero no les gusta trabajar”

    Lo del ejercicio, también me consta, en mis ratos libres doy clases de fitness y las alumnas son demasiado flojas, ellas quieren por $10.00 la hora bajar de peso, sin cansarse, sentir que trabajan y sudar pero sin esforzarse, aprender a bailar y que no les duela el cuerpo… y siempre, sieeempre tienen pretextos para no esforzarse…

    De la educación… no puedo sentir más que enojo… coraje, porque en las escuelas pasa todo, todo excepto estudiar; no hay amor ahí y el poco que hay es sometido por los intereses de todos, de los directivos, de los maestros compañeros y de los alumnos incluso, hace unos años compartí esta linda vocación de ser maestra a nivel preparatoria… solo puedo citar el comentario de una compañera maestra: “Y una confiando a nuestros hijos a estas instituciones” La invitación a la imaginación está abierta y creo, de verdad, que lo que se imaginen es poco.

    Salvemos México, salvémoslo antes de que de verdad no quede nada de él, porque este país también tiene un límite… y no se ve muy lejano.

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