Empezar al revés: reflexiones sobre el voto nulo




"Dicen que en el reino del revés, nada el pájaro y vuela el pez".


Se acabó la paz: las campañas políticas comenzaron el viernes pasado, y apenas llegado el lunes, muchos ciudadanos en las redes sociales, en los cafés de las avenidas y en los asientos de los camiones se dicen ya cansados de caras sonrientes, promesas vacías y descalificaciones a los rivales.


Y es verdad; más tardamos muchos en despertar al último día de la jornada laboral semanal, cuando nuestras calles estaban ya infestadas de anuncios  espectaculares, pancartas y panorámicos de personas sonrientes y mensajes alusivos a su experiencia, honestidad, eficiencia y demás virtudes que le quedarían cortas al mismísimo profeta principal de cualquier cultura antigua.


Esta realidad parece tener agotado al pueblo, que sabe que sólo verá la cara de estos "representantes populares" por un tiempo. Que hoy visitan casas, recorren calles y realizan un titánico esfuerzo por estar visual y presencialmente en todos lados. Este modelo, señores míos se está agotando, sin embargo no parece que esté pasando por sus últimos momentos.


¿Qué pasaría en el mundo del revés?


En el reino del revés los políticos no hacen pancartas, ni llenan la calle de retratos propios acompañados por frases ingeniosas. En el reino del revés necesitan no sólo del ingenio sino de un trabajo que los respalde. En el reino del revés no se derrocha una gran cantidad de dinero en campañas o en programas asistencialistas que coincidan con el fin de las gestiones chapulineadas: en el reino del revés, los candidatos tienen negado el voto hasta que el pueblo considera que se lo han ganado.

En este particular dominio territorial, las boletas se cruzan completas si es que ninguno de los postulantes satisface al pueblo para ser el próximo gobernante. En este territorio invertido, el pueblo va primero, porque el pueblo lo sabe, porque conoce que sin su voto, el político no es nadie; es decir: allá ya despertaron.

En el reino del revés la campaña se hace gobernando, y no brincando "tablaos" durante tres meses, y lo que es mejor, los candidatos no saben si tal o cuál rival hizo o deshizo en otro tiempo, sino que confían que lo hecho desde su trinchera es suficiente para llegar más alto.

En esta lejana demarcación el pueblo gobierna a través de un representante y no al revés.

Vamos a imaginar que este reino del revés fuera hoy nuestra realidad: que los candidatos sólo tuvieran el NO seguro y que el pueblo fuera quien se tiene que dejar convencer, porque sabe que tiene el poder.


Tal vez sea sólo un cuento...


















Todo voto es nulo


En el reino del revés el voto es sólo una de muchas herramientas ciudadanas. Un momento especial en que se renuevan las fuerzas políticas mediante procesos de elección popular. Tal elección implica agendas y rumbos para los países y estados.

En el reino del revés los ciudadanos no son llamados cada tres años a votar y mandados a callar el resto del tiempo. Muy por el contrario, los ciudadanos participan y la democracia nace en la calle, se fortalece en el barrio, es parte del tejido social y se respira de manera cotidiana.

Los ciudadanos del revés son participativos y la democracia “revesista” incluye mecanismos que permiten la participación del ciudadano en decisiones de gobierno. Porque el gobierno al revés tiene bien en claro que está ahí para servir a la gente, no como en nuestra realidad, que es al derecho y la gente está para ser saqueada por una
 “bola de hambreadores”, como diría Palillo.

El modelo democrático “revesista” corre a la vez de manera vertical y horizontal, está fortalecido por sus bases. Es decir que es una democracia popular que corre de abajo hacia arriba y no al derecho, digo al revés, bueno ya no sé. El caso es que el modelo de nuestra realidad está podrido y si las cosas fueran como nos dicen que no deberían de ser todo caminaría mucho mejor.

Permítanme imaginar unos ejemplos sin base alguna en la realidad: En el mundo del revés si un político se compra una casa que no podría comprar con su sueldo y sale con el cuento de que se la renta a un señor imaginario, éste político es investigado y de ser culpable de enriquecimiento inexplicable es sancionado, aquí dicen que se trata de un asunto entre particulares.

Si un auditor le regala millones de pesos a su suegro del dinero del erario y se paga una prima vacacional, también millonaria entonces Alonso Godoy, digo perdón el auditor imaginario sin ningún paralelo con la realidad, va a la cárcel al ser encontrado con las manos en la masa. Aquí sigue concha, a gusto, en su puesto.

Podría seguir ejemplificando el mundo del revés donde no se gastan el dinero en campañas babosas cuando la gente se está muriendo de hambre o sufriendo carencia; pero me parece que está claro.

Y en medio de este caos, una cosa es segura: mientras nuestro modelo que falsamente es llamado democracia no se reforme y siga en manos de saqueadores a quienes sólo les interesa robar y perpetuarse en el poder, mientras los legisladores surjan de entre estas huestes y los partidos sean los únicos que puedan ser votados, todo voto será nulo.

Después de todo ¿cuál es la realidad que está al revés?

Por: 
Zul de la Cueva
 Twitter:@Zulanito


Orson Ge
Twitter: @orsonjpg

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