De esta sopa, no comerás


Mucha controversia y una vorágine de reacciones provocó en días anteriores la propuesta para legislar en el terreno electrónico de internet a través de la Ley SOPA -por sus siglas en inglés de la frase Stop Online Piracy Act- que pretendía cerrar o prohibir sitios que compartan cualquier clase de material protegido por derechos de autor ya sea música, video, fotografía o demás material multimedia.

La iniciativa fue presentada por Lamar S. Smith y en su espíritu más puro, podría haber representado el cierre de pilares de la "convivencia" electrónica que rige al mundo de hoy como lo son youtube, facebook, twitter y google por mencionar sólo algunos de los portales que hoy se conocen como "redes sociales" y buscadores.

En las más simples apariencias esta ley no hubiera tenido consecuencias más fatales que la inconformidad de cientos de miles de usuarios de la red de redes que serían privados de un espacio de expresión, minando su libertad y su derecho a comunicar no sólo contenidos con copyright sino sus más elementales sentires, como hoy lo hacen ya de manera cotidiana millones de personas.

Una de las repercusiones más importantes hubiera tenido lugar en el "Valle del Silicón" ya que estas empresas, que ya cotizan en la bolsa, hubieran echado mano de toda su batería legal para dar pelea y mantener sus operaciones. Esto no pasó desapercibido a quienes están encargados de tomar las decisiones en el Congreso de los EU, ya que youtube no sólo es 4 millones de videos diarios y facebook no contiene la valiosa información de 600 millones de cuentas con preferencias y tendencias gratuitamente, sino que también son motor económico de una industria que podría mover el mundo en menos tiempo del que pensamos.

El sector de los "blogueros" hubiera sido otro de los ampliamente afectados, ya que esta nueva tendencia de compartir información hubiera terminado por sucumbir uno a uno a los embates de los observadores de la ley que nunca fue.

Es una realidad que hasta hoy la red de redes cuenta con una relativa anarquía o exceso de libertad, sin embargo el tapar la boca de los usuarios en el nombre de la propiedad intelectual podría tener no sólo resultados lamentables, sino catastróficos, ya que una sociedad globalmente conmovida no sólo lamentaría la falta de espacio, sino que constantemente crearía nuevos, de manera cada vez más puntual y agresiva, como lo que está sucediendo en estos momentos con la organización "Anonymous" y sus contraataques ante el cierre de portales para compartir información.

Un ataque frontal y muy directo fue el que realizó esta organización de hackers al subir enlaces de descarga gratuita de artistas firmados por la empresa Sony Music, una de las principales promotoras del cierre de sitios como MEGAUPLOAD.

Aun con todo esto, y que SOPA no pasó de ser sólo una iniciativa, en México no podemos cantar victoria, ya que la Ley Doring, iniciativa que lleva el apellido del panista Federico, su creador y principal promotor, es prácticamente un proyecto mellizo, pero aplicable en el territorio mexicano.

Esta es una seria amenaza a la plataforma actual de intercambio de información en nuestro país, un terreno que, carente de legislación, ha permitido que la voz que se alza, tenga eco y repercusión real y contundente en la forma de pensar y actuar del todavía limitado sector de la población que tiene acceso libre y ancho a las redes.

Si bien pudimos notar hace un par de semanas que las pifias de Peña Nieto, mismas que fueron altamente criticadas y evidenciadas a través de twitter y algunas páginas no le trajeron alguna consecuencia en lo electoral ni en popularidad, también cabe recalcar que a muchos funcionarios, políticos y gobernantes ya les ha salido más de una espina en el asiento ya sea por su desempeño en redes sociales o como réplica a su comportamiento, declaraciones o manoteos en "el mundo real", situación a la que parece se adelanta Doring al querer minar la libre expresión con su iniciativa de ley.

Vale la pena echar la vista a la nueva ley del IFE, en la que desde hace poco tiempo ya no se pueden hacer ataques frontales a la plataforma de algún otro candidato, eliminando el debate mediático, que si bien no era alto, ahora esta mordaza, más que descafeinar la contienda deja un sinsabor en la libertad de mensajes que X o Y personaje, aspirante o suspirante pueda emitir en el pleno ejercicio de su campaña.

Algo parecido sucedería si esta Ley Doring llegara a tener vigencia en México, ya que las plataformas por medio de las que los mexicanos hoy, en una tendencia sin antecedentes, se están expresando y retroalimentando unos a otros se vería seriamente atacada y silenciada sumiéndonos de nuevo en la ignorancia y desentendimiento de lo que nos atañe, afecta y da pie a una realidad que palpamos, saboreamos y respiramos en la calle.

En pocas palabras, el control de lo que se puede o no decir, de lo que se debe y no expresar. Un retroceso franco en un aspecto en el que apenas venimos ganando terreno como sociedad. Sería una verdadera lástima que así sucediera.

Más allá de la lástima, sería una incuestionable evidencia de que al político mexicano sólo le interesa tener algo que decir, pero no algo que escuchar y mucho menos, que nos escuchemos entre nosotros.

Que no se olvide que hoy, la sociedad cuenta con más y mejores recursos para comunicarse efectivamente que hace 100 años. Una simple mordaza no será suficiente.

Ya veremos qué pasa. O no pasa.

Por:  Orson Ge
Twitter: @orsonjpg

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