Lo que pocos querían decir...


Lo que casi todos sabíamos, pero pocos se atrevieron a afirmar es la noticia del domingo, además del Super Bowl, que es la contundente victoria de Josefina Vázquez Mota en la elección interna del PAN para definir el candidato que enfrentará a Enrique Peña Nieto, López Obrador y quien decida representar a Nueva Alianza en la contienda presidencial.

Su carrera, no sólo dentro de la política sino en trayectoria: nacida en el Distrito Federal el 20 de enero de 1961. Economista por la Universidad Iberoamericana, también cursó el Programa AD1 de Alta Dirección de Empresas en el Instituto Panamericano de Alta Dirección de Empresas (IPADE), y más tarde obtuvo, además, el Diplomado de Ideas e Instituciones en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM).

Como periodista fue parte de la redacción en temas económicos de publicaciones tales como Novedades, El Financiero y El Economista siendo esta etapa cuando comenzó como asesora de CONCANACO y COPARMEX, puntos de los que despegaría sus carrera dentro de Secretarías como la de la Mujer y SEDESOL a donde accedió en el sexenio de Vicente Fox.

Y es que Vázquez Mota no llega al escaño donde hoy se encuentra por el simple hecho de ser mujer. Ya hemos hablado antes de su capacidad y su arrastre, lo que otros llaman "capital político" y por supuesto de su astucia y experiencia en los terrenos de las campañas presidenciales, ya que se le puede señalar a ella como principal artífice de que Felipe Calderón haya tenido una estrategia exitosa que a la postre le llavara a Los Pinos.

Sin embargo no todo fue miel sobre hojuelas para la Ex-Secretaria de Educación Pública, y ni su palmarés le valió para ser una contendiente perfilada en el proceso democrático que acostumbra el PAN.


La batala que tuvo que librar Josefina para lograr su candidatura compitiendo contra Santiago Creel y Ernesto Cordero, a pesar de su predictibilidad tuvo su dósis de picante.

Fue tema de varias conversaciones, sobremesas y hasta apuestas tuiteras el anticipar si Cordero, en su condición de favorito del presidente se haría de la candidatura a pesar del serio favoritismo de afiliados y simpatizantes panistas con los que contaba Vázquez Mota. 



Muchos de estos pensamientos cargados con el pesado morbo de que el deseo de continuidad de Felipe Calderón y su cercano colaborador se tradujeran en "movilizaciones" al más puro estilo blanquiazul y por supuesto, ese ingrediente secreto que sólo se conoce entre quienes "cocinan" los conteos.

De Santiago Creel el único morbo era saber si sus resultados serían por debajo del 10%, lo que en efecto sucedió cuando obtuvo un poco honroso 6.1 de la votación total.

Hoy Josefina no vacila, apunta a derrotar a Enrique Peña Nieto y así lo dijo unas horas después de confirmar su candidatura. No hace mal en determinarse, sin embargo no es del todo sabio olvidarse de AMLO en esta contienda, ya que los números no mienten, y las encuestas muestran a un López Obrador cada vez más desligado de las opiniones negativas, es decir, más neutral, lo que quiere decir que Andrés Manuel no sólo podría ser un distractor de los votantes, sino a la postre el verdugo o enterrador del candidato con quien más cercano porcentaje tenga.

No hay que perder de vista esta contienda, en la que muchos ya hablan de votar por "El Menos Malo". Ya lo hemos dicho aquí antes, las encuestas no ganan elecciones, los candidatos sí, y sin duda el escenario actual muestra más tela de dónde cortar que la que teníamos hace 6 años.

Valdrá mucho la pena, si nos decimos mexicanos, acercarnos a la plataforma de cada uno; y no fijarnos en los "trapitos sucios" que seguro formarán parte de la guerra mediática (y de redes sociales) de la que seguro esta terna formará parte de aquí a Julio de este año.

Busquemos sus postulados, su ideología, su propuesta en temas de agenda, como educación, economía, empleo, seguridad, salud e inversión extranjera, que será el espíritu de la promesa que les demandaremos cumplir a mediados de su mandato, y si ninguno realmente le convence, haga su parte y anule su voto.

No lo tomemos a la ligera. Como se dice cada seis años, será esta una elección que marcará la pauta y la historia de nuestro país dependiendo del lado de la balanza a la que la carguemos.

Hoy la responsabilidad es nuestra, ya estuvo bueno de echarla toda en la mochila del presidente, no podemos más vivir en esos días. El voto es cosa seria y no ligera, úsemoslo con responsabilidad.

Por: Orson Ge
Twitter: @orsonjpg

0 comentarios:

Publicar un comentario